Japón Artístico y una galletica de la suerte

El arte de Japón es una expresión de la cultura japonesa, desarrollado a lo largo del tiempo en diversos períodos y estilos que se han ido sucediendo de forma cronológica, en paralelo al devenir histórico, social y cultural del pueblo japonés.
Una de las principales características del arte japonés es su eclecticismo, proveniente de los diversos pueblos y culturas que han arribado a sus costas a lo largo del tiempo.

La cultura ancestral nipona derivada de las sucesivas oleadas inmigratorias se añadió la influencia foránea, forjando un arte ecléctico y abierto a la innovación y el progreso estilístico.

El arte tiene en la cultura japonesa un gran sentido introspectivo y de interrelación entre el hombre y la naturaleza, representada igualmente en los objetos que le envuelven, desde el más ornado y enfático hasta el más simple y cotidiano. Esto se pone de manifiesto en el valor otorgado a la imperfección, al carácter efímero de las cosas, al sentido emocional que el japonés establece con su entorno.

Como todas las artes que provienen de las culturas asiáticas, las bases de su estética se centran en el elemento sagrado. Se cree en la existencia de múltiples fuerzas invisibles, dioses, espíritus de las cosechas, del hogar, de los antepasados poderes que mueven tanto al cosmos como a los humildes objetos. Todo esto se representa en el arte japonés, que quieres imitar la armonía de la Naturaleza, evocando a los dioses que forman la sustancia de las cosas.

La estética japonesa se inclina más a admirar la hermosura de las cosas en función de su fugacidad, utilizando materiales humildes y sencillos de encontrar.
- Es un arte que se basa en ser feliz con las cosas simples y con el placer que se experimenta bajo el encanto de momentos aparentemente comunes.
- Buscan nuevos aspectos de la belleza, de una belleza cuya expresión lacónica permite el surgimiento de una fantasía capaz de vencer las barreras del espacio estrechamente limitadas por un pensamiento convencional.
- Los colores, las formas, las impresiones que se perciben en la naturaleza, determinan concienzudos ejercicios de belleza.
- El desequilibrio, la asimetría, la simplicidad, la sutileza, una cierta pobreza y una serie de ideas afines, destacan en sus creaciones.
- El elemento ornamental o decorativo desaparece.
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