El manatí en peligro de extinción. ¿Como ayudarlo?

 


Los manatíes son unos animales majestuosos que pueblan algunas de las principales costas del hemisferio Sur, y también uno de sus ríos más importantes. Son migratorios y por tanto pueden avistarse en numerosas ocasiones a lo largo de la Costa. Sin embargo, el hábitat de estos animales se encuentra amenazado, por lo que debemos invertir grandes esfuerzos en conservarlo si queremos salvarlos de la extinción.

Características del manatí

Los manatíes son grandes mamíferos marinos que viven en las zonas costeras bajas, en especial en arrecifes de coral. Son generalmente solitarios, y buscan alimento en las aguas poco profundas. También son herbívoros, lo que contribuye a mantener el equilibrio de la vegetación de los ecosistemas.

Su salud es un indicador del bienestar marino; es decir, su salud se resiente mucho cuando los ecosistemas son dañados. Los manatíes además tienen un ciclo reproductivo largo, apareándose cada 2 años aproximadamente y dando lugar a una sola cría. Estos factores contribuyen a su amenaza de extinción.


Especies de manatí
Manatí de Florida o del Caribe (Trichechus manatus): se distribuye por todo el Caribe y una parte de la costa de Brasil.

Manatí de África Occidental (Trichechus senegalensis): puede ser encontrado en zonas costeras desde el río Senegal hasta el río Cuaza en Angola.

Manatí amazónico (Trichechus inungis): como su nombre indica, vive en el río Amazonas. Es el único sirenio de agua dulce, y también el más pequeño.

Por qué el manatí está en peligro de extinción

Los manatíes han sido cazados tradicionalmente por su grasa y su carne, aunque hace años que la especie está protegida, por lo que la caza no es el factor más acuciante en la actualidad. La pérdida de hábitat es ahora mismo su principal amenaza.

¿Por qué el manatí está en peligro de extinción? Según la Lista de Especies en Extinción de la ONU estas son algunas de las causas y amenazas que acechan a las poblaciones de manatíes:

Desarrollo comercial y residencial: zonas urbanas, de viviendas, comerciales, industriales, de turismo y de ocio.

Agricultura y acuicultura: cultivos no leñosos anuales y perennes, y acuicultura marina y de agua dulce.

Transportes y corredores de servicio: se trata de las líneas de barcos en estas aguas.

Uso de los recursos biológicos: pesca y recolección de recursos acuáticos.

Intrusiones humanas y molestias: actividades de ocio o turísticas.

Modificaciones del sistema natural: represas y uso y gestión del agua.

Especies invasoras y enfermedades: hay especies que se convierten en invasoras y, por ende, en problemáticas y, además, hay varias enfermedades que afectan a estos animales que se han propagado más.

Contaminación del agua: aguas residuales domésticas y urbanas, efluentes industriales y militares, efluentes de agricultura y silvicultura, exceso de energía.

Cambio climático y condiciones extremas: sequías, temperaturas extremas, tormentas e inundaciones.


Cómo ayudar al manatí

Existen varias formas mediante las cuales podemos ayudar a estos majestuosos animales. Por un lado, algunas acciones de conservación globales incluyen una monitorización sistemática de las poblaciones, identificación y conservación de áreas específicas donde habite, la cría y reintroducción de ejemplares y establecimiento de programas de educación. Por otro lado, y aunque la gestión del territorio y la industria siempre son los factores más importantes para la conservación de las especies, también podemos llevar a cabo acciones individuales encaminadas a la protección del manatí.




                                         Noticia patrocinada por: www.ecologiaverde.com

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