De terrenos abandonados a campos de flores para ayudar a las abejas
Joven transforma terrenos abandonados en campos de flores para ayudar a las abejas
Ayudar a los jóvenes de los barrios con un interesante método, es la propuesta de Quilen Blackwell.

Chicago Eco House, es la fundación que promueve la intención de capacitar a los jóvenes de los barrios, con métodos de la vida sostenible para aliviar los efectos de la pobreza. Los programas gestionados por el joven Blackwell son una granja de flores y empresas sociales.
Quilen Blackwell en su función de presidente de la fundación, convierte lotes de terrenos baldíos en hermosas granjas de flores. Con el apoyo de la comunidad, busca integrar a los jóvenes que han sido afectados por la segregación social. Los mismos terrenos sirven para construir hogares para polinizadores, salvando de la calle a algunos jóvenes sin esperanza y ayudando a las abejas.

Chicago Eco House ha recibido los siguientes galardones: el Premio UL a la Educación en Innovación, el Premio Delta Institute BOOST y el Premio Keep Chicago Beautiful Community Vision.
Motivar a los jóvenes a tener un espíritu empresarial dentro de la educación ambiental, es uno de los propósitos de Chicago Eco House. En su labor docente, Quilen notó los desafíos de la pobreza y como esta situación puede afectar a los jóvenes.
En 2017 nace Chicago Eco House y hasta la fecha emplea a jóvenes en riesgo social entre 16 y 24 años.
Los jóvenes aprenden oficios prácticos como la cocina saludable, la agricultura sostenible, el aprovechamiento de energías renovables y a mejorar su actitud ante la vida.
Chicago Eco House está sentando las bases para capacitar a los jóvenes de forma práctica y efectiva.
Southside Blooms, es un proyecto de Chicago Eco House donde se hacen arreglos florales, con las flores logradas por los jóvenes de la calle. Está diseñado para generar empleos, que beneficien a la comunidad y a estos jóvenes de la calle. Los ingresos son para seguir convirtiendo terrenos en oportunidades ecológicas sostenibles.
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Un joven de 20 años llamado Kobe Richardson, tenía muchos problemas. Su conducta no era la mejor, pertenecía a un grupo delictivo. Buscando una segunda oportunidad, ingresó a Chicago Eco House y la encontró. Ahora trabaja cuatro días a la semana a tiempo parcial en este proyecto ecológico.“No voy a mentir, si no tuviera esto estaría en las calles”, dijo. “Estoy agradecido por este trabajo, esta oportunidad”








