Un país futurista y ecológico - Singapur

Singapur Sostenibilidad

Aprovechando los pocos recursos que tenían a su alcance, el Gobierno y los ciudadanos de Singapur remaron en la misma dirección para construir en tiempo récord una ciudad sostenible. Un ejemplo de lo que se pretende alcanzar ahora, incluso cuando antes de que las ideas ecológicas hubiesen arraigado en otros lugares

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Cada generación debe hacer frente a sus propios desafíos para seguir alimentando la maquinaria de progreso y desarrollo que nos define como especie. Desafíos que, con el paso del tiempo, no han parado de incrementar su dificultad y alcance hasta llegar al punto en el que no encontramos ahora, gobernado por el cambio climático y la necesidad de crear un nuevo mundo adaptado a ese nuevo escenario al que nos está precipitando.

Por suerte, la realidad de esa lucha es que nos encontramos desde hace cinco años en un camino bien asfaltado por 17 objetivos y 169 metas de imperativo cumplimiento que solo debemos seguir hasta alcanzar nuestro destino. Un destino que, curiosamente, está muy enfocado en las ciudades.

“Mirando hacia el pasado, los esfuerzos en materia de sostenibilidad pueden servir como un marco de referencia para las ciudades actuales. Nuestro esfuerzo por buscar el desarrollo sostenible nos ha permitido crear una economía diversificada basada en la innovación que atrae inversores, proporciona puestos de trabajo y, sobre todo, cuida el medio ambiente”,señala Lee Hsien Loong, actual primer ministro de la ciudad-Estado asiática.

Los jardines de la Bahía de Singapur acogen a una serie de estructuras verticales de 50 metros decoradas con vegetación real. Por la noche ofrecen un espectáculo de luz que se alimenta con la energía generada por el sol.

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Usted no lo sabría hoy, pero en 1965 Singapur era el paraíso de la contaminación: ríos cenagosos, canales contaminados y aguas negras sin tratar. Era un país en desarrollo, recién dividido de la vecina Malasia.

La increíble transición de Singapur, de un estanque contaminado a una potencia verde a nivel global, no fue automático ni fácil. El país tomó las lecciones de la historia y creó entre sus estudiantes una nueva generación de “ecoguerreros”. El motor detrás de esta idea es el servicio de parques nacionales de Singapur.

El Director de Grupo del Centro Nacional de Biodiversidad de la Junta de Parques Nacionales, Lim Liang Jim, compartió recientemente su visión del futuro de Singapur: un futuro dependiente de que sus estudiantes se vuelvan ecoactivistas y preserven los logros alcanzados desde los primeros días de la ciudad-estado.

"A partir de 1965, simplemente queríamos elevarnos por encima de la región en la que nos encontrábamos. El primer ministro Lee Kuan Yew tenía un plan. Mantenernos limpios y mantenernos ecológicos". La generación pionera de la ciudad entendió que si se hace de una ciudad "un lugar agradable para vivir, entonces la gente vendrá e invertirá".

Lee Kuan Yew a menudo fue llamado "Jardinero Jefe” por su creencia en el poder de las plantas y la biodiversidad para transformar el bienestar mental de las personas, así como los espacios físicos.

Como ciudad-estado, Singapur tenía el lujo de contar con un gobierno centralizado preocupado exclusivamente por cuidar el bienestar y el futuro de sus ciudadanos. La biodiversidad no era solo algo agradable, sino también indispensable para los singapurenses que querían quedarse en su tierra y construir su nuevo país desde cero.

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El Centro Nacional de Biodiversidad, por ejemplo, recientemente desarrolló una aplicación de alta tecnología llamada SGBioAtlas. Esto permite que todas las personas tomen una foto de una planta, pájaro o animal. La aplicación genera una etiqueta con la ubicación de la especie y la carga en su base de datos central. Es así como a través de sus teléfonos inteligentes, tanto los estudiantes como los ciudadanos comunes se convierten en ciudadanos científicos al instante.

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